También doy gracias por lo que Dios me ha enseñado o/y recordado:
~Que cuando siento que no tengo nada que decir, todavía puedo orar. Siempre hay algo que orar.
~Que las oraciones más sinceras serán las que vienen de mis experiencias y de mi corazón.
~Que el Señor usa lo que ofresco en maneras que no podría imaginar.
~Que todo es posible con El.
~Que sobre la oración y muchísimas otras cosas, tengo mucho que aprender.
Gracias a todos que han leído y orado conmigo. Ha sido de mucho ánimo y un privilegio compartir contigo. ¡Te invito regresar! : ) (O si te interesa recibir mis entradas en tu correo electronico, puedes entrar tu correo en la cajita al lado derecha.)
Señor, mi Dios, me conoces. Gracias por animarme hacer esto. Gracias por ayudarme cuando tuve miedo y por darme las fuerzas cuando me cansé. No escribí cada día, pero eso no te sorprendió. Y es posible que no pediste de mi escribir cada día - sólo intentarlo. Y eso sí, lo hice. Y estoy aquí en las últimas horas de octubre para terminar.
Y, Señor, también quiero terminar mi vida así. (Algún día... ¡pero hoy no!). Quiero ser fiel hasta el fin aunque definitivamente no lograré todo que intentaré hacer. Fracasaré y fallaré. Cada día. Pero siempre estarás allí en esos momentos con tu gracia y tu misericordia y tu amor y más fuerzas para animarme de seguir adelante. Para buscarte fielmente. Como las mujeres que te seguían hasta la cruz y hasta la tumba, como tantos siervos tuyos que te han servido hasta su último suspiro, quiero ser fiel. Por tu nombre y tu gloria y tu reino.
Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén.
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