Señor, te pido hoy que derrames tus bendiciones sobre Perú. Sobre los niños y los ancianos, los padres y las madres, ricos y pobres... No hay ninguno que no te necesita. Si hemos pecado tanto que no creemos que sería posible ser perdonado o si no reconocemos que hemos pecado y no creemos que necesitamos perdon, todos necesitamos tu gracia. Si seguimos tratando de ganar tu favor (que no puede ser merecido) o si estamos desanimados y hemos rendido a la carga de culpa que nos quiere sofocar, todos necesitamos de tí.
Pues esta noche te pido por tus bendiciones. No por bendiciones físicas o materiales, pero por las bendiciones espirituales que nos traen vida real y animo real y fuerza real para enfrentar esta vida real un día más.
Por mí y por Perú... bendícenos con tu presencia, con entendimiento de tu santidad, de tu gracia y de tu poder. Un día a la vez...
Gracias mi Dios. Te amo.
En el Nombre de Jesús,
Amen
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