8.10.12

{día 8} Por los cansados


Mateo 11:28-30 (Nueva Traducción Viviente)

28 Luego dijo Jesús: «VENGAN A MI todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. 29 Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. 30 Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana».


Estoy pensando en escribir esta oración en inglés porque sería más facil. No tendría que pensar en tildes y como conjugar verbos irregulares y subjunctivos y mandatos y si un nombre es masculino o femenino... Sólo tengo que mover mis dedos con lo que fluye de mi corazón.

Me pregunto si así es como Dios quiere que todo sea en mi vida - a lo menos más que es ahora. Pienso demasiado y oro demasiado poco. Me encuentro preocupada y distraída más pero descansando y confiando en Dios menos. Pues esta noche oro por mi y por los que también están cansados por llevar cargas no hechas por sus hombros.

Estoy aquí, mi Señor. Otra vez~ o debo decir todavía queriendo aprender como poner tu yugo y aprender de ti. Enseñame, Señor. Enseñanos como encontrar descanso para nuestros almas. Yo sé que dices que la carga que me das es suave y liviana y me queda bien. Y yo sé que lo que ahora estoy cargando no me queda bien. ¿Cómo lo sé? Porque estoy cansada y fatigada. No deprimida ni desanimada, pero creo que algo necesita cambiar.

¿Señor, me puedes ayudar? Bueno, de verdad no dudo de que puedes. De eso estoy convencida. La pregunta es si lo harás ahora o no... hmmm... y si te dejaré enseñarme ahora. Porque he pasado muchos años así y sé que no puedo cambiar sola. No tengo bastante fuerza. Pero estoy cansada de tratar de solucionar todo y las preguntas que tengo y las cargas que llevo por mi familia y mis hijos y las iglesias otra vez quiero poner a tus pies, Jesús. Voy a dejarte ser Dios y recordar de nuevo que no lo tengo que ser. Esta vida que vivo es tuya. Te voy a buscar y preguntar ¿qué sigue? ¿Adónde vamos ahora? Y te seguiré. Tú eres Dios y yo no. Gracias por tu promesa de estar conmigo siempre y hasta el fin.

Y Señor por todos los pastores, líderes, profesores, mamás, papás, estudiantes, misioneros... por todos los cristianos que también necesitan aprender esto... ayudales también. Te necesitan.

Te adoro, mi Salvador. Te necesito. Y en ti confio.
Con todo mi corazón y en el nombre de Jesús,
Amen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Y qué piensas tú?